PROPÓSITO JUEVES 7 DE
MARZO DE 2019
Envío de Reiki a los
árboles del planeta
Cierro mis ojos y me conecto con la madre naturaleza... En
ella encuentro calma, sosiego, paz...
En los bosques, en las montañas… nos encontramos con los
mágicos árboles, bellas y majestuosas plantas. Bien ancladas a la madre tierra
gracias a sus raíces y bien firmes gracias al tronco que lo sustenta… A través
de sus hojas, el árbol se conecta con el universo y la energía del cielo.
Imaginemos como si, cada una de las personas que formamos
parte de este círculo en este día de
hoy, o bien quién lo haga en solitario, conectarnos a nuestro árbol interno.
Bien enraizado a través de las plantas de los pies o el cóccix, (en el caso de
estar sentado). A través del cuerpo me conecto con mi tronco y visualizo como
mi cuerpo es un tronco robusto, fuerte y firme... Respiro… Y lo siento.
Desde los hombros hasta la coronilla siento como si fuera
las hojas de un árbol.
Siéntelo…
Solicito, desde el centro de mi corazón la energía Reiki… Y siento
como va llegando, como me envuelvo en su luz y en su calor. Me invade una
sensación de paz y de bienestar… Doy Gracias.
Con el poder de la intención, visualizo un bosque, una gran
montaña, árboles de un parque o de una ciudad, (cada uno a su libre albedrío),
y, tras unas respiraciones lentas y profundas y cada uno/a a su ritmo y a su manera
envía y emana
Siento, en el centro de mi pecho, como Reiki llega a su
destino, a los árboles… Me conecto a ellos, y siento amor inmenso y gratitud
por su presencia en el planeta.
Los árboles nos dan las gracias.
Ahora, me observo a mí mismo unos instantes, observo como me
siento.
Ponemos las manos juntas, en posición gassho y damos
gracias:
Por este bello servicio, por nuestro amor a los árboles,
gracias, por habernos reunido hoy. En amor, armonía, humildad y compasión.
Demos gracias a la persona más importante de esta labor, por
haber dedicado su tiempo y su energía. Esa persona es uno mismo, cada uno de
nosotros.